Cómo lucir un bronceado seguro

El verano consiste en tomar el sol y disfrutar del aire libre. Aunque un resplandor bronceado puede parecer natural, es importante asegurarse de que está cuidando su piel utilizando protección solar para protegerse de los dañinos rayos UV. Aquí tiene cuatro consejos para conseguir un bronceado seguro y saludable esta temporada
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En nuestra farmacia estamos formado/as para darte los mejores consejos y ayudarte a prevenir el envejecimiento prematuro con los fotoprotectores más adecuados para tu tipo de piel.
Sigue estos consejos para disfrutar del sol sin temer sus efectos adversos.

Utiliza una protección adecuada: Todos necesitamos proteger nuestra piel del sol, aunque nuestra tez tenga por naturaleza un tono más moreno. Debemos escoger el factor de protección más adecuado para nuestro tipo de piel. No es aconsejable que tu fotoprotector tenga un factor inferior a 15-20. También puedes utilizar diferentes productos dependiendo de la zona del cuerpo, prestando especial atención a la cara.
Aplicar correctamente el fotoprotector: Es importante proteger tu piel desde al menos media hora antes de la exposición al sol y repetir la aplicación cada dos horas, incluso con más
frecuencia si visitas a menudo el agua. No olvides aquellas zonas complicadas y que pueden pasar inadvertidas, como el cuello, las orejas o los empeines de los pies. Tampoco desatiendas
esas áreas donde tienes lunares o pecas.
Raciona las horas de sol: Después del invierno tu piel necesita un tiempo de adaptación, así que los primeros contactos con el so deben de ser entre 10 y 30 minutos aumentando poco a poco ese tiempo de exposición.
Aunque te protejas correctamente del sol, existen momentos del día donde es mejor no exponerse a él como podrían ser desde las 12:00h hasta las 16:00h. También es importante ir alternando periodos de tiempo bajo la sombra.
Hidrátate por dentro y por fuera: El agua es el principal componente del cuerpo humano, por eso es importante hidratarte bebiendo agua, limonada o zumos naturales además ayudará a refrescarte.
Remojarse de vez en cuando mientras estamos tomando el sol nos ayudará a rebajar la temperatura del cuerpo y a evitar lipotimias, golpes de calor e insolaciones.
Protege tu cabeza: Cuidar la piel es fundamental, pero tanto o más es proteger tu cabeza. Por eso es muy importante no tomar el sol sin una gorra o un sombrero, sobre todo aquellas personas que tienen problemas de calvicie.
No bajes la guardia en días nublados: Aunque el día esté nublado no deberías dejar de usar protección solar, ya que los rayos del sol traspasan las nubes y podrían quemar tu piel.
Cuídate también por dentro: Lo que comes también te ayudará a cuidar tu piel frente al sol e, incluso, a conseguir un mejor bronceado ya que hay alimentos que favorecen el incremento de la melamina. Para proteger tu piel antes de la exposición solar se recomienda tomar alimentos ricos en vitaminas C, E y D y antioxidantes. Un truco es tomar alimentos rojos o verdes como el tomate, las fresas, los pimientos o las cerezas.

Controla la fecha de caducidad de los fotoprotectores: La mayoría de los protectores solares caducan 12 meses después de abrirlos, por lo que habría que cambiarlos periódicamente. En el envase del producto te lo indicará.
Evita colonias y desodorantes: Utilizarlos antes de tomar el sol pueden provocar alergias y manchas en la piel, ya que la mayoría tienen alcohol en su composición, por lo que se desaconseja su uso.
Di no a los lámparas de UVA: Emiten rayos ultravioletas muy dañinas para la salud.

Recomendaciones:

Nutricosmética: suplementos para preparar la piel desde el interior estimulando la producción de melanina.
Exfoliantes: retirar todas las células muertas para obtener un bronceado más uniforme y duradero, así como lograr una óptima penetración de principios activos.
Hidratantes: rutina mañana y noche para prevenir la deshidratación.
Protectores solares: utilizar el fotoprotector solar adecuado para tu tipo de piel y aplicarlo correctamente. Aplicar 30 minutos antes de la exposición solar y reaplicar cada 2 horas de manera uniforme en todo el cuerpo y en cantidad suficiente.
After sun: activos antioxidantes y anti-radicales libres que minimizan los efectos nocivos tras la exposición solar.